25/07/09. La CEOE no cede
Todos sabemos que en el mes de agosto nadie hace nada. Bueno nada, nada,... Hacer hacemos todos mucho pero son cosas familiares, domésticas, vacacionales,... Hace mucho calor, uno se cansa de tanta crisis y lo que quiere es largarse a la costa o tirarse al monte. O quedarse tan a gusto de Rodríguez, sin horario ni fecha en el calendario... De ahí las prisas de los padres de la patria para llegar a un acuerdo a tres bandas, gobierno, empresarios y sindicatos. No ha podido ser. Zapatero le echa la culpa a los empresarios; los sindicatos, también. Por una vez, el gobierno habla claro y contundente. La reforma que quiere la patronal es más de lo mismo: recortes sociales, recortes en la indemnización por despido, recortes en las cotizaciones a la Seguridad Social,... ¿Cuándo se van a recortar ellos sus trajes, sus casas, sus coches, sus cenas y meriendas y sus vacaciones de lujo asiático...? Nos espera un otoño caliente, entre otras cosas porque el currante vuelve al tajo en septiembre sin haber descansado lo suficiente, sin dinero y sin ganas de nada. Habrá que armarse de paciencia y también de decisión para impulsar el cambio estructural que se avecina. Un cambio que no puede venir de la mano de patrones y banqueros. El cambio no será sólo económico sino que vendrá ligado inevitablemente al cambio de valores, al sentido ético no sólo de la política sino de la vida en general de todos los seres humanos del planeta. Se acabó la fiesta, se acabaron los Mario Conde y la brillantina hace mucho tiempo. Ahora falta por desmontar los argumentos de la cúpula empresarial que sigue erre que erre instalada en el beneficio fácil y el pelotazo caiga quien caiga. En esta lucha parece que irán unidos gobierno y sindicatos. Esperemos que así sea. Mientras tanto, debemos seguir firmes en el rechazo a los métodos del capital con los que han demostrado sobradamente su ineficacia en la gestión y en la previsión del futuro. Un nuevo tiempo se acerca...