Pasan unos minutos de las ocho de la tarde del jueves 14 de abril,  aniversario republicano, y los resultados provisionales parecen no  ofrecer dudas. El actual rector, Eduardo Doménech, seguirá cuatro años  gobernando la institución universitaria lagunera, aunque su victoria ha  sido bastante 
ajustada (52,44%-47,56%). 
El sector del profesorado se ha inclinado mayoritariamente por el  catedrático de Pediatría. No hay nada que objetar. El aspirante, Javier  Marrero, sólo ha ganado en la Facultad de Educación, de donde procede,  es catedrático de Didáctica, y por muy escaso margen en la Facultad de  Filología. Y en este último caso llama especialmente la atención 
el alto número de votos en blanco  (supera el 15% de los votos emitidos en el sector del profesorado),  sobre todo si se tiene en cuenta que dos de los miembros que presentaba  en su equipo pertenecen a esta Facultad…
Es evidente, pues, que 
los profesores son los que  han inclinado el voto hacia el candidato Doménech, ya que en los  sectores del alumnado y del PAS ha ganado con claridad el candidato  Marrero. Se ve que la apuesta por 
la seguridad en la  acción y la gestión del equipo actual (ha habido avances que nadie puede  negar) ha primado por encima de las buenas intenciones del equipo  contrincante. Otra vez será. Quizás la candidatura alternativa podría  haber contado con personas de mayor presencia y calado académico y  administrativo, quizás no se abarcó todo el espectro y faltaron nombres  relevantes de facultades y centros decisivos. Quizás, quizás, quizás…
Felicitaciones al rector Doménech y a su equipo. Y felicitaciones  también para el doctor Marrero que, pese a todo, ha conseguido un gran  resultado y confirma que es posible una alternativa al estado actual de  la Universidad de La Laguna. Un cambio al que se llegará con trabajo  constante y paciente, trabajo que debería empezar mañana mismo. Se puede  conseguir, claro que 
sí se puede…